LA CONTABILIDAD HA MUERTO

5 de junio de 2018

LA CONTABILIDAD HA MUERTO         

Desde hace ya unos cuantos años todos los profesionales que desde alguna óptica tenemos contacto con la contabilidad de la empresa estamos asistiendo a una pérdida gradual y sistemática de valor de los diferentes informes tradicionales que se pueden generar.

Me refiero esencialmente a la utilidad de la contabilidad como herramienta de gestión empresarial, ya que para los aspectos jurídicos y fiscales, que siempre van por detrás, se seguirá utilizando.

La contabilidad tradicionalmente entendida es algo estático que no aporta información suficiente para la mejor toma de decisiones en los plazos de tiempo que ahora son necesarios.

Como no, la informática se encargó al igual que en otros campos, de dar soluciones evolucionando el tratamiento de los datos con trascendencia contable de forma que toda la información de esta naturaleza se entrelaza evitando duplicidades y dando a cada usuario lo que este necesita.

Naturalmente me estoy refiriendo a la figura de los ERP que ya llevan tiempo entre nosotros y que cualquiera que haya tenido contacto con ellos, al menos esa es mi percepción, comprueba como su propia configuración “desprecia” los informes contables tradicionales considerándolos como subproductos (léase libro mayor, diario…) ¿Quién necesita estos formatos? … están totalmente superados para casi cualquier análisis de gestión.

La empresa, y cada vez de menor tamaño -dado que los costes de estas soluciones se van reduciendo- que no implante un ERP y siga utilizando los programas informáticos contables convencionales estará en peores condiciones para competir, ya que con toda seguridad duplicará tareas, cometerá más errores, se topará con que la información en tiempo real es una utopía, etc.

Los sistemas de gestión empresarial o soluciones ERP permiten a las empresas gestionar las diferentes áreas de la organización de forma centralizada.

En esencia un ERP es una potente herramienta que centraliza la información de la empresa como una única base de datos y va mucho más allá de la contabilidad pues integra todas las áreas de negocio, permitiendo una visión 360º de la empresa.

En su origen, su principal obstáculo residía en su coste; en la actualidad esto está cambiando. Gracias su sistema modular se empieza a generalizar el pago por uso y alojamiento en la nube lo que sin duda producirá importantes ahorros de inversión.

A la hora de valorar la implantación de un ERP, es importante apoyarse en proveedores especializados en el sector al que pertenezca la empresa, que tengan experiencia demostrada, pues cualquier cambio en estas áreas si no se realiza con una buena planificación puede resultar con efectos contrarios a los objetivos perseguidos, como pérdida de la inversión, y lo más importante, nuestra competencia habrá aprovechado -con toda probabilidad- el tiempo perdido.

Y enlazando con el comienzo de este post, “la contabilidad ha muerto” ha de traducirse como que en realidad se ha transformado y si acaso la que está en vías de extinción es “la partida doble” y la forma tradicional de entenderla.

 

Ramón Cifrián

HFC Grupo

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